Asociar placidez o quietud a las salsas, generalmente picantes, no deja de ser una paradoja. Sin embargo, es una seña de identidad que define muy bien el carácter disruptivo de Julio Estalella. Emprendedor tardío, o sénior como se define en la actualidad, confiesa que ha aprendido mucho de su experiencia durante muchos años como directivo en Abengoa. Mitad inquietud, mitad necesidad, tuvo que reinventarse. Y lo ha hecho muy bien a decir de lo revolucionario de su negocio. Salsas Quietud, marca andaluza de salsas picantes con sabor, está agitando la gastronomía gourmet, apostando por productos andaluces tradicionales. Por ese motivo, se propuso dar a sus salsas jerezanas un toque apacible para relacionarlas con el vino jerezano y la cultura de su tierra.
Elaboradas de forma natural sin conservantes ni colorantes, ha creado seis salsas diferentes que no solo sirven como aderezo sino que también pueden hacerlo en cócteles. El consumidor es cada vez es más exigente y por eso viaja permanentemente a lugares como Tailandia, México y otros en los que son habituales estos tipos de salsa. Por todo ello, Salsas Quietud es un ejemplo de emprendimiento gastronómico surgido en zona rural, concretamente en la localidad sevillana de Marinaleda. Y espejo para otros muchos.
¿Quién es Julio Estalella?
Pues un Ingeniero Industrial, que nunca trabajo como tal, pero muy analítico. Casado y con 4 hijos, 27 años en Abengoa, y a los 53 se pone a emprender. Me considero gourmand más que gourmet, enamorado de la carne a la parrilla, fanático del rugby y de las películas de John Ford.
¿Qué habilidad es la más importante para tener éxito en los negocios? ¿Cómo se consigue hacerse un hueco en el mercado en un sector tan complejo y competitivo como el de las salsas?
Bueno, para hablar de éxito aún me queda un trecho. Lo primero, analizar un sector que crece y encontrar un producto diferencial – los vinos y vinagres de Jerez –. Y después, mucho trabajo…
¿Cuál ha sido el principal acierto en la trayectoria como emprendedor? ¿Y el error que advertirías a los que vienen por detrás?
El mayor acierto es dar el paso a emprender, es decir dejar de contemplar simplemente lo que pasa alrededor. Si se tienen ideas es para llevarlas a la práctica. Es un principio de la creatividad y la innovación: al final hay que concretar. Como aspecto más pragmático, es muy importante analizar los costes fijos de un negocio, tratando de convertirlos en variables en el inicio todo lo posible. Cuando las ventas son todavía reducidas, los costes fijos siguen. Por lo tanto, acerté en trabajar solo con costes variables. Por último, es fundamental estudiar, no parar de estudiar el mercado, los productos de la competencia, los laterales – fuente muy importante– y los canales de distribución. El principal error fue no haber diversificado lo suficiente las fuentes de ingresos. Me explico. Creo que toda persona debe tener una diversificación de ingresos, incluso si tienes una nómina tienes que ahorrar para poder emprender, acudir a fuentes como business angel, tener rendimientos inmobiliarios, etc. Porque si te pasa lo que a mí –salir del mercado de trabajo en un ERE-, es difícil recomponer la cuenta corriente.
¿Qué papel juega la creatividad y la innovación en SALSAS QUIETUD?
Ha sido clave desde el inicio. La creatividad aplicada a todo: producto, posicionamiento, imagen corporativa. No hay parcela de una empresa donde no pueda aplicarse la creatividad.
Muchas zonas de Andalucía forman parte de lo que se denomina la España vaciada, ¿qué papel puede jugar el emprendimiento en la activación del ámbito rural?
Yo soy un urbanita de nacimiento, pero creo que la producción agroalimentaria, con suministros y componentes de proximidad, coste de establecimiento en el entorno rural, y mano de obra localizada en la propia zona, tiene un gran potencial. El reto es impulsar todo y crear las bases para en conjunto se ponga al servicio de la creación de valor.
¿Cuál es el principal escollo para proyectos agroalimentarios ubicados en zonas rurales?
Creo que la mano de obra especializada y las trabas administrativas. Uno de mis partners importantes tuvo que cerrar sus instalaciones por un desencuentro –por decirlo suavemente– con su Ayuntamiento.
¿Qué consejo darías a los jóvenes que están pensando en desarrollar un proyecto emprendedor?
Que estudien, que sean curiosos y que no tengan vergüenza. El mejor emprendedor es el que menos vergüenza tiene, en el buen sentido de la palabra, claro.
¿Qué particularidades tiene vuestro producto?
El uso de vinos y vinagres de Jerez en los productos, el separarse de los códigos del picante tradicional –calaveras, dragones, mexicanos…-, y posicionar el producto en la gama gourmet y en la “calma y quietud”. Todo esto conforma nuestro espíritu, los aromas y sabores únicos como claves por encima del picante rabioso.
¿Este proyecto surge en plena pandemia del COVID19? ¿Cómo es el mundo que viene para la industria alimentaria?
Puedo dar mis observaciones, pero ¿quién soy yo? Me atrevo a citar la búsqueda de productos más naturales que ecológicos, ahondar en la creatividad en los productos. Y también buscar el denominado Affordable Luxury, o capricho asequible. Quizá estas pueden ser algunas de las claves por donde la industria agroalimentaria puede avanzar.
No hay comentarios