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  • Tableta de chocolate solidaria en tiempos de COVID

    El grupo de empresas Francisco Moreno es, desde 1902, un referente en la elaboración de dulces de fruta, conservas confitadas, glaseadas y escarchadas, almíbares, mermeladas y rellenos y pastas de fruta. Sus maestros confiteros aúnan tradición e innovación para dotar a sus productos de una calidad y un sabor inconfundibles. Jesús Iborra, su gerente, presume de emplear fruta de alta calidad procedente de la tierra generosa del Valle del Ebro en La Rioja, Navarra y Aragón. A su fábrica situada en Calahorra llegan también excelentes cítricos de Valencia y frutos rojos de Andalucía. En la actualidad, Francisco Moreno comercializa productos por medio de distribuidores de pastelería y directamente al sector industrial y gran distribución. Cubre todo el mercado nacional, exportando el 25% de la producción a Reino Unido, Francia, EEUU o Países Árabes. Francisco Moreno ha sido noticia estos meses atrás por la campaña solidaria lanzada coincidiendo con la pandemia del COVID19. La empresa zaragozana del grupo, Nakoa, fundada en 1858, puso a la venta veinte mil unidades de tabletas de chocolate solidarias. Los beneficios de esta ejemplar iniciativa han sido destinados a Hospital Santa Barbara en Soria y a la Cruz Roja. “No somos ingenieros, no podemos aportar respiradores, tampoco somos diestros en la costura y no nos vemos capaces de hacer mascarillas fiables…, pero sí sabemos hacer buen chocolate artesano, con mucho cariño y con un mensaje de ánimo y fuerza, aportando un dinero para comprar material sanitario”, afirma con orgullo su máximo responsable. ¡Es emocionante encontrar empresas con alma en el corazón de la España rural!

     

    ¿Quién es Jesús Iborra?

    Soy nacido en Pamplona en el año 1978. Me crie en una familia de empresarios en el sector del refresco y, desde pequeños, mis hermanos y yo hemos trabajado en todo tipo de trabajos de almacén y fábrica. El trabajo en mi casa es una cultura del día a día, en la que se valora el día de descanso y se acoge de buen agrado que llegue el lunes.

     

    ¿Qué capacidad es la más importante para ser un emprendedor de éxito?

    La búsqueda de lo que realmente puede aportar valor a la sociedad sacándole además un rendimiento eficaz y sostenible. Se habla mucho hoy en día de las capacidades, y por su puesto hay cosas que deben ir impresas en el ADN de un buen empresario: liderazgo, ambición de la buena -no de la destructiva-, capacidad de trabajo, humildad, resistencia en los malos momentos y templanza para pensar en cómo salir de ellos. Es una mezcla de todo ello a buen seguro. Pero para mí hay otras habilidades que no suelo escuchar: creatividad, que vale para todo y resuelve la mayoría de los conflictos personales, económicos, marketing, ventas, producción… También es importante aprender de los errores. El empresario que no se equivoca y/o no reflexiona y saca conclusiones positivas, no durará mucho como empresario. Y en tercer lugar no tener miedo. Respeto sí, pero no miedo al fracaso. Todo negocio conlleva riesgo y ventura, y nadie quiere fallar. Pero no podemos emprender nada con miedo, si crees en algo, y estás preparado, que nadie te pare, solo tú sabes que puede lograrlo.

     

    ¿Qué papel juega la creatividad y la innovación en Francisco Moreno?

    Desde hace unos años, es la apuesta máxima, un órdago en toda regla en la que se está poniendo toda la “fruta” en el asador. La empresa desde 1902 hace delicias de fruta de todo tipo, principalmente el confitado de naranja, cereza, melón, pera, manzana, albaricoque, entre otros, para toda la industria pastelera y turronera. Pero la empresa ha innovado mucho para sacar variedades de fruta rojo muy complejas de procesar como son la fresa, el arándano o la frambuesa, el meón, el kiwi o el coco, en unos formatos que no existen hoy por hoy en el mundo, y es el resultado de años de trabajo y de un equipo con unos niveles de creatividad y capacidad excelentes. La fruta confitada se entiende en la mayoría de las ocasiones como “fruta roscón” dándole un significado baratero o de poca calidad, y dista muy mucho de la realidad de lo que la buena fruta confitada es. En Francisco Moreno se ha conseguido hace décadas que la fruta tenga sabor, textura y cuerpo en todos sus dulces de fruta. Además, somos la única empresa que queda en España que fabrica fruta escarchada o cristalizada y fruta glaseada con una finura y delicadeza con una textura incomparable. Son dos formatos ya perdidos que el publico en general ya no sabe distinguir. Por ello en el mercado podemos encontrar denominaciones que no son las adecuadas. En Francisco Moreno hemos mantenido la fabricación de estas tres clases de fruta, y ha sido así porque nuestros clientes saben que es la única empresa que lo hace y lo hace bien.

     

    Las zonas del Valle del Ebro formas parte de lo que hoy se denomina la España vaciada, ¿qué papel puede jugar el emprendimiento en la activación de las zonas rurales?

    El emprendimiento en zonas de la España vaciada existe y existirá, porque la falta de medios agudiza el ingenio. Pero si no hay ayudas concretas, es difícil mantenerse. Lo más importante es que la gente se quede y las zonas rurales no se sigan vaciando. Hay muchos productos o servicios que si no pueden o no tienen acceso a la venta on line no pueden desarrollarse bien. Las nuevas tecnologías y el teletrabajo sí pueden ayudar y mucho a que no se despueblen zonas ya castigadas, y a que el emprendimiento constituya una opción real.

     

    ¿Qué consejo darías a los jóvenes que quieren lanzarse a desarrollar un proyecto emprendedor?

    Lo primero es formación, si no hay una preparación previa es complicado mantenerse. Lo segundo es tener experiencias previas, de lo que sea. Hay que curtirse en diferentes trabajos y experiencias. Es entonces cuando surgen más fácilmente las ideas y, sobre todo, la capacidad de distinguir lo que no querríamos en nuestros negocios. Por ultimo, la actitud, la capacidad de trabajo y sacrificio eficiente, ser constante, no decaer y, en los días tristes, que los hay y muchos, saber que al despertar vas a levantarte con más fuerza todavía.

     

    ¿Cuál es el secreto de un buen dulce?

    Que te haga repetir. Un buen dulce aporta felicidad al instante, eso está claro. Pero el secreto de un buen dulce es que, además, no te haya saciado y el cuerpo te pida otro. Ese es un buen dulce.

     

    ¿Cómo surgió la campaña solidaria coincidiendo con la pandemia del COVID19? ¿En qué consistió?

    Sentíamos la necesidad de ayudar del alguna forma, todo el mundo empezaba a hacer en sus casas mascarillas de tela y ya se hablaba de que algunas provincias lo iban a pasar mal o ya tenían el problema encima, con falta de medios, de personal, saturados, etc. Además nosotros estamos sensibilizados con la España vaciada y nos motivaba la idea de ayudar principalmente a Soria. Nosotros no tenemos impresoras 3D y hacer mascarillas o pantallas no lo veíamos factible, así que planteamos hacer lo que hacemos pero de otra forma. Producir un chocolate de calidad máxima al mejor precio posible para que todo el mundo pudiese participar y, además de colaborar con el 100% de los beneficios, permitise al degustarlo un momento de felicidad en un época tan gris. Y así lo hicimos, chocolate al 70% cacao, negro de sabor suave pero con intensidad, no es el más intenso que tenemos pero sí es más adaptable a todas las bocas, y a un precio de 1.60 € iva incluido. Más que la calidad del chocolate, funcionó rápidamente la calidad de la gente, que es lo que mueve todo, y como la idea gustó (el chocolate también…) todo empezó a rodar. Llegamos a hacer tres tabletas, una denominada SORIA, para destinar los beneficios al Hospital Santa Bárbara, otra RESISTIRÉ para Cruz Roja y otra MADRID para su destino a Médicos Sin Fronteras. Con éstos últimos ha surgido una buena relación y esperamos hacer algo más en el futuro. Es gente maravillosa que están haciendo un papel increíble en esta pandemia dentro y fuera de España.

     

    ¿Qué impacto puede tener la crisis económica a consecuencia del COVID19?

    En estas cuestiones, ni los más expertos economistas aciertan nunca. Por mi experiencia puedo apostar a que después de una caída tan fuerte en apenas tres meses, la curva de ascenso en la gráfica será lenta y alargada. Para la pequeña y media empresa será muy difícil resistir. Las “ayudas” han consistido en acceder a mejor financiación, y me consta que así ha sido. El Estado y los bancos han respondido bien, pero es una aspirina que soluciona momentáneamente un dolor de cabeza que durará mucho más, porque todo el sobre apalancamiento que acaban de tener miles y miles de empresas se traducirá en cierres en los próximos dos o tres años para todas aquellas que no puedan devolverlo.

     

    ¿Cómo es el mundo que viene para una empresa de artesanos confiteros de Calahorra?

    En épocas de crisis, por lo general, la industria artesana y de alto valor suele sufrir más. Y eso que nosotros siempre hemos salido fortalecidos y nos ayuda a mejorar mucho, sacando nuevos productos y ampliando mercados. Pero la realidad es que las empresas que van a coste con producciones a escala, son mil veces más competitivas. Y cuando el cliente está dispuesto a pagar por más calidad, en épocas de crisis, no lo hace. En consecuencia, nuestro sector artesano y gourmet lo pasa peor. Cuando todo esto pase, y volvamos a la nueva normalidad de verdad, esperamos que nuestro cliente aprecie la calidad de nuestros dulces. La repostería de calidad y restauración de alto nivel son los que deben tirar del carro de este sector a corto y medio plazo, ya que entiende y aprecian bien la elaboración de este tipo de dulce. A largo plazo el sector tiene que reinventarse y hacer que el producto saludable llegue de otras formas al público más joven y se cren nuevos hábitos de consumo, ganándole la partida a productos fabricados con aditivos, conservantes, grasas y acetites dañinos.

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